domingo, 23 de octubre de 2011

YSL en Milán

Hace un par de semanas visité la exposición sobre la vida y obra de YSL que está en la Fundación MAPFRE en Madrid. Esta es la misma muestra que el año pasado, por escasos minutos, no pude ver en el Petit Palais de París porque terminaban de cerrar los accesos nada más llegué y yo había dejado esta visita para el final de mi estada. Dicen que el “placer retardado es el más apreciado”, pero esta vez no estoy de acuerdo. Llevaba más de un año esperando ver sus fotos, bocetos y prototipos, sin embargo mis expectativas se quedaron cortas. La muestra es pequeña para lo que yo me esperaba y para el espacio que ocupa en la Fundación MAPFRE (ni quiero imaginar como sería verla en el Petit Palais que, a pesar del nombre, es bastante grande) y no tiene ningún efecto sorpresa; al menos para quien entiende de moda.

Sin embargo, no escribo este post para desaconsejaros a visitarla. Al contrario, para quien conoce la historia del couturier es interesante ver sus obras tan de cerca (en algunos casos, y si los vigilantes no están mirando, podéis incluso tocarlas y sentir la tela de que están hechas) y para los menos entendidos es la oportunidad ideal para saber quien era Yves Mathieu Saint-Laurent.

Francés de origen argelina, dejó su país para estudiar moda en la École de la Chambre Syndicale de la Couture de París pero a los tres meses ya se había aburrido. Siguió dibujando y al cabo de poco tiempo sus bocetos llegaron a las manos de Christian Dior, que le invitó para ser su asistente. Aquí empezó su reinado (la prensa de aquel entonces le apodó de Petit Prince). Cuando Monsieur Dior murió fue YSL quien se quedó al mando de su casa. A él debemos la persistencia de la marca. De no ser por YSL hoy la marca podría ni existir, una vez que Christian Dior murió tan sólo 10 años después de crearla y no son raros los ejemplos de casas que no sobreviven a la muerte de su maestro y fundador. Sin embargo, su labor como director de Dior terminó en el inicio de la década de 60, cuando YSL fue apartado por Marcel Boussac, el dueño. Sus últimas colecciones habían chocado por la negativa Monsieur Boussac y cuando YSL fue llamado a cumplir el servicio militar este no hizo nada para evitarlo. Con la indemnización que recibió por dejar Dior, YSL decidió crear su propia firma.

Su visión a la hora de crear una sub-marca (Rive Gauche) paralela a su casa de alta costura con propuestas más jóvenes, vanguardistas, económicas y listas para usar; su coraje de vestir las mujeres con pantalones y smokings masculinos (solía decir que Coco Chanel nos dio la libertad al osar vestirnos de forma más cómoda y con pantalones, pero que ha sido él quien nos dio el poder, al hacernos sentir sexy en trajes masculinos) y su desenfado a la hora de juntar los colores (como por ejemplo en su colección del Otoño/Invierno de 1976 inspirada en los Ballets Rusos) fueron algunos de los factores que contribuyeron para que su nombre quedara para siempre grabado en la historia de la moda. Pero además, YSL fue un ícono de estilo para su generación, ¡bien como para las futuras!

Estos días estuve en Milán por trabajo y no podía dejar de sonreír de cada vez que veía el nuevo outdoor de D&G, que en la capital de la moda italiana está por todas partes. La publicidad en cuestión, a la nueva colección de gafas de ver de la marca milanesa, es una clara referencia a una foto de YSL sacada por Jean-Loup Sieff. La imagen, de 1971, fue la mejor manera que el modisto encontró para anunciar el lanzamiento de su primera fragancia masculina. En ella aparece el propio Saint-Laurent desnudo (sólo con unas gafas de pasta) y, de haber sido sacada hoy en día, se hubiera dicho de ella que es la más “perfecta estrategia de marketing personal” habida y por haber en el sector. Con su nueva publicidad, un guiño a esos tiempos, Dolce&Gabbana dirígense a un público específico y muestran que también ellos saben utilizar el marketing de la moda en su propio provecho, además de rendir homenaje al diseñador francés que este año parece estar en la orden del día…