
domingo, 28 de febrero de 2010
moda para todos

viernes, 26 de febrero de 2010
en voz alta

jueves, 25 de febrero de 2010
¿publicidad modelo?

Todas nos acordamos de las publicidades que Benetton creó en la década de 90, encetando una técnica que sería más tarde seguida por muchas de sus marcas compatriotas y a la que hoy conocemos como “shockvertising”.
De la misma manera que todas esta publicidades ponen el dedo en la herida, trayendo a la memoria por ejemplo una practica tan común en los año de la esclavitud que consistía en hacer que esclavas fueron amas de leche de los hijos de los dueños, también pueden servir para abrir los ojos para problemas reales. Como la necesidad de beber leche (Drink Milk), la utilización de las pieles (PETA) o la anorexia (No-l-ita).
También Roberto Cavalli termina de lanzar una campaña de imágenes polémicas. En una época en la que los daños causados por el sol y la demorada exposición solar están en el orden del día, el diseñador italiano utiliza a dos modelos exageradamente bronceadas para vender su colección primavera/verano. Cuando todas las marcas de cosmética, algunas de las cuales comunes al mundo de la moda, refuerzan el Factor de Protección Solar de sus cremas y los mensajes de alerta para la importancia de protegerse del sol, Isabeli Fontana y Carolyn Murphy posaron ante el objetivo de Steve Meisel exhibiendo un bronceado de causar envidia… a quién quiera tener un cáncer de piel.
La campaña pretende transmitir una imagen de lujo y exuberancia y reflejar un estilo de vida despreocupado. Las dos modelos han sido fotografiadas en lujosos escenarios, peinadas maravillosamente, bronceadas como si hubieron pasado los últimos 365 viajando por el mundo en busca del sol y vistiendo glamourosamente, vistiendo Cavalli. La campaña está dirigida a un grupo de personas que tendrá en realidad un bronceado muy similar al que Isabeli y Carolyn han conseguido a base de UVA y maquillaje, y seguramente logrará hacerse hueco entre ellos. Sin embargo la sociedad no perdonará esta provocación y excentricidad.
miércoles, 24 de febrero de 2010
¿tu ego es proporcional a tu talla?

En 2007 la organización del evento chocó el mundo de la moda al hacer público su principio de no contratar a modelos que no tuvieron un índice de masa corporal mínimo. Los antes tan codiciados 90-60-90 eran considerados entonces la nueva gordura. Y esta dictadura no sólo se hacía sentir en los desfiles de moda; arrastradas por la tendencia de las pasarelas iban las marcas de ropa masificadas, llegando a un punto de no vender ropa más allá de las tallas 42 o 44. No tan lejos han quedado los tiempos en que Morgan, Mango o Sisley no hacían prendas grandes y hoy, en muchas tiendas, todavía no encontramos tamaños XL o XXL. "Para las que visten estas tallas existen tiendas especializadas", será siempre la excusa, sin embargo en estas tiendas dichas especializadas el tamaño y el estilo parecen no ir de la mano.
¿Por qué no podemos tener a ambos en una misma prenda? La discusión estaba lanzada y las respuestas han llegado de varios sectores de la sociedad, entre ellos del Ministerio de la Sanidad. Que actualmente el tema de las tallas esté “regulado” o sea incluso punible en algunos países no significa que esté resuelto. Un ejemplo de eso son los últimos intentos de campañas publicitarias hechos por Ralph Lauren.
El pasado mes de octubre el diseñador americano ha sido demandado por utilizar el Photoshop para retocar una foto de Fillipa Hamilton en una publicidad de la marca. La modelo llevaba siete años trabajando con Ralph Lauren y en abril de 2009 ha sido dispensada por ser considerada “demasiado gorda” para caber en sus ropas. Sólo unas semanas después, la marca volvió a “adelgazar” una modelo en una publicidad que se podía ver en su página web australiana. Valentina Zelyaeva, ya de por si delgada, en la imagen final resultaba cadavérica e incluso fea.
Ralph Lauren y los demás diseñadores no hacen más que disculparse, contestan que sólo intentan acompañar a la tendencia, señalan a las Barbies de nuestra infancia como las principales culpables de esta obsesión, pero siguen produciendo para una elite. Y no se trata de una elite económica, porque eso siempre será así, si se produce menos o manualmente es normal que el precio aumente y sólo una minoría más adinerada pueda acceder a determinadas prendas. Sin embargo, producen también para una elite opulenta "físicamente"; para una minoría de mujeres que visten la talla 2 (el equivalente americano a la 34 española, esta es la talla en la que se hacen los samples o probadores que las modelos utilizan en los desfiles). Y lo más paradojo de la situación es que si tienes más dinero, más y mejor puedes comer, luego más gorda tenías que estar. Históricamente siempre ha sido así. Los gordos eran los reyes, los padres, los aristócratas, no la gente del campo que casi no podía comer y que trabajaba de sol a sol.
¿En qué momento del pasado reciente la gordura dejó de ser hermosura? En los años 60 modelos como Twiggy y diseñadoras como Mary Quant, que empezó diseñando su propia ropa porque tenía dificultad en encontrar prendas para su tipo de cuerpo, hicieron historia, pero no han tenido el poder de cambiar los canones. En la década de 80 y 90 las diosas eran modelos con piernas y culo, como Claudia Schiffer, Christy Turlington o Carla Bruni.
Mirando hacia atrás nos damos cuenta de que puede que esta tendencia haya empezado con Kate Moss, una modelo delgada, pero que lo es por naturaleza. Tanto su altura como su peso han logrado romper los standards y la pequeña Kate se ha ganado un lugar en las pasarelas, que hasta entonces estaban concebidas para las mujeres altas y con un peso mediano. Con ella la realización del sueño que tenían las modelos bajas de poder acceder a la pasarela estaba más cercana, pero se ha sacrificado a las modelos menos delgadas. Kate empezó una nueva moda y la industria la siguió, contentos por poder cambiar un poco los patrones, por probar algo nuevo.
Ahora las modelos buscadas tenían algo de "katemossiano" en ellas. Y, cuando no lo tenían, lo inventaban. Muchas modelos naturalmente no tan delgadas como Kate empezaron regímenes locos y milagrosos en la esperanza de así ganar ese qué que les faltaba... o, en este caso, de perderlo. Durante años la industria se autoconvenció de que no "estaban preparados para modelos por encima del peso normal". Las voces de la sociedad pedían todo lo contrario, modelos menos delgadas se esforzaban por entrar en el medio y, sin embargo, nadie podía más que el “corsé” de la delgadez.
En el concurso norteamericano America's Next Top Model (ANTM) idealizado y presentado por la ex-modelo Tyra Banks, también ella ahora visiblemente menos delgada, se dijo varias veces: "we're not ready for a plus-size model" (no estamos preparados para una modelo con un peso por encima de la media). La voz que más veces lo afirmó fue la de la séptica y varias veces operada Janice Dickinson, una de las primeras modelos internacionalmente conocidas que para no perder parte de su esplendor ha pasado varias veces por el quirófano. El peso medio a que se refería Janice era lo que marcaban las distintas marcas en ese momento, porque al final son las marcas las encargadas de contratar a las modelos para desfilaren, pero no el peso medio de las mujeres en EEUU. Ni en otras partes del mundo, pero en EEUU ¡aún menos! Y en su 10ª edición Whitney Thompson, una americana típica, ha logrado ganar el concurso. El premio le permitió firmar un importante contracto con Covergirl, una marca de cosmética que está para los norteamericanos como L'Oréal para los europeos, y agenciarse con Elite Model Management.
Whitney sigue trabajando hasta hoy y, lo más importante, es una inspiración para las jóvenes norteamericanas que como ella tienen un cuerpo (a)normal. También a partir de su victoria le surgió a la producción de ANTM la idea de hacer un concurso similar para jóvenes curvilíneas, The Fiercely Real Teen Model Search.
Esta joven modelo ha logrado cambiar los criterios de la industria de la moda, por lo menos en EEUU. Los responsables de los castings de la 45ª Edición de la Cibeles Madrid Fashion Week también han logrado cambiarlos, en España. En el Reino Unido el pasado mes de octubre, Mark Fast se ha encargado de hacer lo mismo. Al llamar para desfilar a una bellísima y nada delgada Hayley Morley volvió a poner el dedo en la herida. Hayley desfiló sin pudor con modelos de rede, totalmente transparentes, que enseñaban sus senos y sus curvas.
Por todo el mundo se hacen eco de estas iniciativas y, poco a poco, las modelos con los tradicionales 90-60-90, o incluso más, vuelven a las pasarelas. Crystal Renn y Lizzie Miller son ejemplos de modelos que se ven sanas. Desfilan, salen en las revistas, anuncian productos y parecen estar cómodas en “sus zapatos”. Sus cuerpos se parecen más con el de la mayoría de las mujeres del mundo y eso a las consumidoras nos gusta. Estas chicas no persiguen a un "ideal" imposible; no pasan un mensaje de sacrificio ni de privaciones múltiplas. Son libres y únicas en sus estilos y cuerpos.
martes, 23 de febrero de 2010
del gym a la pasarela

Por un lado vemos a deportistas haciendo de modelos, como David Beckham que cambió las botas por la ropa interior Armani o Anna Kournikova que saltó de las canchas de tenis para las páginas de Sports Illustrated, y por otro nos damos cuenta de que las grandes marcas están cada día más interesadas en mundo del deporte.
A probarlo está el desfile que Jean Paul Gaultier organizó para Hermès el pasado mes de octubre en París. La colección de primavera/verano que diseñó para la casa francesa no sólo tiene muchas evocaciones al mundo del tenis como ha sido desfilada sobre la hierba de una cancha gigante.
Por el escenario, que era también un guiño al mundo de la arquitectura (la hierba estaba por todos lados, casi como en los jardines verticales del Caixa Forum de Madrid), pasaron los clásicos Hermès adaptados a un estilo de vida más deportivo. Jerseys anchos con pico a rayas, polos blancos impolutos, faldas plisadas y bikinis/sujetadores que no podían estar más lejos de la imagen sensual y lencera que presentaron casi todos los demás diseñadores para esta temporada. Jean Paul Gaultier nos lo propone simples, con telas y patrones cómodos, para jugar en la vida como en la cancha.
La pièce de résistance fueron las cintas para el pelo y viseras que completaron la atmosfera tenista del desfile y, claro está, las Birkin que esta temporada están más grandes y más sportswear, hechas de una tela menos rígida y por tanto más moldeable, para que puedan llevar todo dentro.
Para la noche, cuando los gimnasios están cerrados, Jean Paul Gaultier consiente que dejemos el ejercicio a un lado y disfrutemos. Para ello nos propone vestidos o conjuntos con telas ligeras, transparentes por veces, y con movimiento, como el que desfiló Eva Herzigova al final del espectáculo. ¡Pero siempre accesorizados con las cintas de pelo!
Sin embargo no sólo Hermès llenó la pasarela de referencias al mundo del deporte.
También Marc Jacobs, Marni, Balenciaga o la marca madrileña Loewe presentaron en la semana de la moda de París prendas más relajadas, viseras de colores para tapar nuestra cara del sol supuestamente mientras jugamos, leggings a lo ciclista y abrigos extra ligeros y con cordones para que se puedan regular según el cuerpo, la ocasión y el deporte practicado. De la mano de Loewe nos llega incluso el que en mi opinión es el nuevo must have de las habituées del gimnasio, la sudadera con un enorme logo de la marca estampado delante.
El mundo del deporte invadió las principales pasarelas y muy pronto también las últimas tendencias invadirán los gimnasios. Este año está claro que aquellas que desde siempre vamos al gym (un poco) maquilladas, con zapatillas de marca, toalla de marca y atuendo American Apparel tenemos competencia. La buena noticia es que ya no nos mirarán como si fuéramos unos bichos raros.
Quienes estarán contentas son las italianas, las únicas mujeres que conozco que conjugan pantalón chándal con tacones de aguja, riñonera Gucci y abrigos de alta moda. Hasta ahora lo hacían ¡como nadie! Este año, tendrán seguidoras.
lunes, 22 de febrero de 2010
un hombre singular

El personaje que le valió la “mascara” dorada fue George Falconer, el protagonista de “A Single Man” (en castellano, Un Hombre Soltero), una película basada en la novela con el mismo nombre de Christopher Isherwood, cuya adaptación y dirección han estado a cargo de Tom Ford.
Presentada por primera vez a 11 de septiembre del año pasado en la 66ª Edición del Festival de Cinema Internacional de Venecia, esta película señala el debut del diseñador como director de cine pero no en el mundo de la imagen. A los 17 años Tom se mudó solo de Santa Fe, en el estado de Nuevo México, a Nueva York para estudiar en la NYU (la Universidad de Nueva York), sin embargo un año después lo dejó para concentrarse en su carrera de actor/modelo de spots publicitarios. Durante el año siguiente Tom llegó a tener doce anuncios suyos pasando al mismo tiempo en la televisión estadounidense. Esta experiencia, bien como sus conocimientos de arquitectura y sus prácticas en el departamento de comunicación de Chlóe, han contribuido para aprimar su sentido de estética y su tendencia para chocar a través de la imagen que más tarde harían historia en Gucci.
Durante sus años en la marca italiana, Tom provocó por diversas veces a Maurizio Gucci, el accionista mayoritario y el presidente de la compañía. Maurizio quería unos tonos para las colecciones de su marca y Tom le proponía otros. Colores modernos, formas arriesgadas y campañas publicitarias osadas, como la que realizó en 1995 Mario Testino para la marca, son la prueba de que el sentido de estética de Tom Ford pudo y puede siempre más. Pero sus extravagancias, como eran entendidas por Maurizio Gucci, pagarán la pena y de 1995 para 1996 las ventas de Gucci aumentarán un 90%. También en YSL, que ha sido adquirida por el grupo de Gucci y a la cual Tom fue cedido, el diseñador dio mucho que hablar. Todas nos acordamos del anuncio de la fragancia masculina M7, donde se podía ver al campeón de artes marciales Samuel Cubber en un desnudo frontal, o del nuevo anuncio de Opium, donde Sophie Dahl aparecía totalmente desnuda solo accesorizada con unos stiletto y un collar. En ambos casos Tom llevó los anuncios a fragancias hasta un nivel superior de provocación y creatividad.
Y ahora, Tom volvió a provocar. Esta vez puso su creatividad al servicio de la historia de un hombre soltero, un profesor de inglés que trabaja en un colegio de Los Angeles y que no encuentra ningún sentido para seguir viviendo tras perder al amor de su vida, a su pareja de 16 años. Después de la muerte de Jim en un accidente de coche, George (el personaje de Colin Firth) decide suicidarse. Pero antes necesita resolver algunos asuntos personales y por eso deja entrar en su vida, durante ese día, a gente que lo ve más triste que el normal y que sin saber le hará repensar sus intensiones. Entre ellos están Carlos (Jon Kortajarena), un inmigrante español-gigoló-aspirante a actor, Charley, su mejor amiga desde los tiempos de Inglaterra que le desea a pesar de su orientación sexual (interpretada por Julian Moore, que para Tom es “quién siempre quise que representara este papel, es mi actriz favorita de todos tiempos”), y Kenny Potter, uno de sus estudiantes, un joven que se interesa por conocer mejor al hombre que está por detrás de su profesor de inglés.
Una historia potente, controvertida por veces, contada a través de bellas imágenes, oscilaciones de colores y músicas intensas, porque para el director “la música y los colores son la única manera que el espectador tiene de entender los conflictos emocionales por los cuales está pasando el personaje principal”.
Cuando le preguntan al diseñador sobre el por qué de esta película, él responde: “Es mi crisis de media edad llevada al cine. Cuando miro adentro de mí y me preguntó ‘¿por qué? ¿a quién le importa el que Tom Ford tiene para decir?’ esta es la única respuesta que encuentro.” Y añade, “Espero que esta película hable con vosotros, que os desafíe, que persista en vosotros. Es un mensaje sobre la importancia de vivir el presente, de compartir todas las pequeñas cosas de nuestras vidas, sobre la felicidad. Muchas veces pensamos que somos felices solo por poseer determinada cosa material, pero ¡eso no es cierto! Yo, por ejemplo, en el momento que rodé esta película estaba viviendo cambios grandísimos en mi vida”.
Y el mensaje llega hasta nosotras. Aplaudida por The Times, que hizo mención a sus imágenes “de una belleza de hacer parar el corazón”, esta película que se rodó en tan solo 22 días cuenta también con un bello argumento que, sin embargo, tiene un final agridulce, y el poder de hacernos pensar en nuestras relaciones durante mucho tiempo después de que hayamos dejado la sala del cine
Lo más anecdótico es que “A Single Man” también estaba nominada para un BAFTA para el Mejor Diseño de Guardarropa, para las creaciones de Arianne Phillips, y no logró ganar este premio. Será que es verdad lo que dicen; que “uno no puede hacerlo todo bien al mismo tiempo”.
sábado, 20 de febrero de 2010
recién nacida

Llega a España Harper’s Bazaar. La revista norte-americana con 143 años de historia y que ha sido re-inventada ya en diversos países por todo el mundo, sólo ayer llegó a nuestros quioscos. Pero trajo con ella ¡agradables sorpresas!
A mitad de la revista, después de páginas y páginas de publicidad a perfumes, zapatos y joyas, giramos una página y… ¡Baaaam! Un reportaje que recorre las portadas más memorables de la revista y donde podemos ver (o rever) a una Nadja Auermann ahora ya casi desparecida, a una Linda Envagelista camaleonica como siempre, a una Kate Moss al inicio de su carrera, a una Giselle Bündchen en versión doble, entre otras. ¡Espectacular! Giramos la página y… ¡Baaaam! Naty Abascal fotografiada por Richard Avedon, haciendo historia y construyendo una reputación para la belleza femenina española en el mundo. ¡Genial! Giramos otra página y… ¡Baaaam! Un reportaje con Anna Molinari, la mujer por detrás de Blumarine. Y un reportaje con Paloma Picasso. Y Marlango. Y Manuel Rivas. ¡Increíbles! Giramos novamente y… ¡Baaaam! “Fabulous at every age”, un reportaje con mujeres españolas entre los 20 y los 70 años que se ven fabulosas. ¡Fantástico!
Puede que todo hay sido suerte de principiante, pero de mantenerse así Harper’s Bazaar podría ser la revista de moda vendida actualmente con más reportajes más interesantes.
Lo único, la portada no grita desde las mesas de los quioscos: “¡Hey, soy nueva, estoy aquí, llévame para casa”. En mi opinión podrían haberse decantado por una de las fotos que tienen adentro de Cindy Crawford, bellísima y atemporal, que por esta foto en específico de Carmen Kass. Está claro que queda camino por patear. Pero, han empezado con el pie derecho.
viernes, 19 de febrero de 2010
las rayas de Picasso
miércoles, 17 de febrero de 2010
moda solidaria
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Una muy buena manera de empezar y de comprobar como la moda y el mundo “afuera” no están de espaldas giradas sino que muchas veces pasa todo lo contrario, van de la mano, es echar un vistazo a la semana de la moda de Nueva York.
El certamen empezó el pasado día 11 de febrero. Bajo un frío glacial, que “vistió” de blanco a la ciudad en las últimas dos semanas, se pasaron las mejores propuestas para el próximo otoño y se hizo solidariedad.
Fashion for Relief es el nombre de uno de los desfiles que hizo temblar a las grandes carpas que por estas fechas ocupan Bryant Park. El pasado viernes, bajo la voz de comando de Naomi Campbell, que tantas veces fue dirigida hacia sus secretarias y empleadas personales no de la mejor manera, han trabajado ahora diseñadores y modelos de renombre internacional. Y esta vez, ¡por una buena causa! Recaudar dinero para ayudar a las víctimas del seísmo del pasado día 14 de enero en Haití.
Las ropas desfiladas han sido donadas por Diane Von Fustemberg, Donna Karan (quienes también desfilaron), entre otros. Y han sido pasadas por modelos, pero no solo. Naomi invitó también a gente del mundo del entretenimiento, como Chris Brown y la británica Kelly Osbourne, de la “realeza”, como la pelirroja Sarah Ferguson, y a antiguas compañeras de pasarela como la ex-modelo/fotógrafa/estrella de videoclips/super-mammy-llena-de-estilazo Helena Christensen y a la más reciente musa de Jean Paul Gaultier, Agyness Deyn.
El los bastidores estaba la experta en estilo Rachel Zoe, dando los últimos retoques en los looks. Y en la audiencia estaba gente que pagó mucho para asistir a este pase de ropa solidario y para volver a ver a Naomi Campbell desfilando.
La modelo, apartada ya de las pasarelas, fue quién tuvo la idea de este espectáculo pero dijo, a los reporteros de la cadena estadounidense CNN, que “sin los amigos nada de esto hubiera sido posible”. Y añadió: “Lo hice por ellos, pero por solidariedad principalmente”.
Un buen ejemplo de como la moda puede llevar alivio (relief, en inglés) a los más necesitados, sin que eso signifique enviarles aviones llenos de bolsos Balenciaga, zapatos Jimmy Choo o pañuelos Hermès.