miércoles, 3 de agosto de 2011

azulejos

En cinco años y medio de España muchas han sido las ocasiones en las que tuve que escuchar la pregunta: ¿A que Portugal es igual a España?

No, no lo es y a cada regreso a Lisboa lo siento en la piel. Las comidas típicas, el olor y el color del cielo de mi ciudad, el murmurio del Fado que nos llega sabe Dios de donde cuando paseamos por las calles de la capital portuguesa, la ropa tendida a la vista de todos, los tranvías amarillos que desafían la inclinación de la ciudad… nada de esto tiene equivalentes en España.

Lo que quizás nos asemeja un poco, aunque con los años se haya consolidado como una marca de Portugal, son los azulejos. El azulejo portugués (el nombre deriva de la palabra azul) es una derivación del azulejo hispano-morisco. Ha sido importado en 1498, cuando el rey D. Manuel I, viajó a Zaragoza, Toledo y Sevilla y se dejó sorprender por la exuberancia de los interiores de los edificios árabes de estas ciudades y por la proliferación cromática de la cerámica en España.

Con los años el azulejo ha sufrido muchos cambios, ha perdido color y los motivos que recrea se han “aportuguesado”… Lo hemos hecho nuestro. Tan nuestro que es de las “marcas Portugal” que más a menudo evoco durante mis viajes por el extranjero.

Hoy he querido rendirles un homenaje con sabor a verano.

La marca sueca Hennes & Mauritz, consciente o inconscientemente, creó para la estación más caliente de este año una edición especial que parece ir a beber inspiración a los azulejos portugueses. Se trata de un conjunto de 30 piezas, para toda la familia, que fue puesto a la venta en 150 tiendas en todo el mundo el pasado 26 de mayo. Y, aunque para la mayoría esta colección puede haber pasado inadvertida (porque eran pocas unidades y no se vendía en todas las flagstores), para mí no pasó seguramente.

Por dos razones: Primero porque esta colección, cuyas prendas reproducen diferentes tipos de azul (el color del agua), tiene como objetivo apoyar el proyecto WaterAid que se encarga de llevar agua potable a las poblaciones cuyo acceso al “oro líquido” está limitado (según Caroline Whatley, de WaterAid, desde 2002 las colaboraciones con H&M han ayudado ya a juntar 1,7 millones de euros). Y segundo porque de cada vez que la veo, me acuerdo de “casa”.

Ahora que estoy en Portugal, y que a todo momento veo diferentes y nuevos azulejos, no puedo parar de acordarme de la colección de H&M.






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