domingo, 25 de abril de 2010

antes del atardecer

El pasado viernes fue Sant Jordi. Un día siempre muy especial en Barcelona y que esta vez estuvo lleno de momentos que recuerdan a la películas que da nombre a este post.

"Antes del atardecer" habla de libros, de paseos y de charlas. Una peli llena de sutilezas y referencias al amor maduro. En los 80 minutos que dura podemos asistir al crecimiento de una historia de amor, embalado por una charla continua y un paseo por la ciudad de París. Esta es quizás una de mis películas favoritas y el viernes no me salía de la cabeza. ¿Por qué será?

Seguramente porque el día de Sant Jordi es un día que siempre invita al paseo, a que la gente salga a las calles de su ciudad y descubra lo que esconden los miles de libros que se venden en las paradetas y tenderetes que las varias librerías montan en las aceras. Es también la oportunidad perfecta para conocer nuevos rincones de Barcelona, cuanto más no sea porque en el intento de huir de la amalgama de gente que camina por las calles del centro uno siempre tiene la tendencia de adentrarse en las callejuelas del Gótico o del Borne.

Y esto fue lo que me pasó a mí. Sola, al contrario de los protagonistas de la película, estuve toda la tarde paseando por las entrañas de la ciudad. Hasta encontrar a Room. En un callejón estrecho y oscuro del Borne, esta tienda es un reducto de luminosidad y color. Contrastando con todas sus tiendas vecinas de la calle Flassaders esta pequeña tienda es más clara y menos minimalista.

Una vez dentro es como si hubiéramos entrado en un mundo de cuento de hadas o, mejor diciendo, en la sala de estar de una vieja señora llena de historias que contarnos. En el medio existe un sofá y una pequeña mesa de té donde todas las tarde uno se puede sentar y merendar los deliciosos cupcakes que la joven propietaria de la tienda también vende. “Queremos reivindicar la merienda”, explica María Roch, diseñadora de moda y el cerebro por detrás de Room. “Queremos que a partir de ahora deje de ser sólo un simple café que bebemos corriendo a las seis de la tarde”. Una muy buena idea, principalmente si tenemos en cuenta que el espacio, que recuerda a una acogedora sala de estar, invita a ello.

La estética de su propietaria está en todas partes y en esta tienda todo son detalles y pequeños guiños al cuotidiano. Libros abiertos, gafas dejadas, una jaula de pájaro con una lámpara dentro, un colgador donde reposan sombreros, las pasteleras con los cupcakes dentro y muchos espejos y marcos vacíos habitan este espacio. Aquí la duda es, ¿qué es decoración y qué se vende?

La ropa y complementos son extremamente variados. Alpargatas, sombreros de paja, gafas de sol, anillos, collares y pulseras que reproducen objetos de la vida misma, bolsos de piel, cinturones con aplicaciones, pañuelos de punto, túnicas y vestidos de seda, faldas y pantalones de viscosa, entre muchas otras cosas. Los tonos pastel y terráqueos imperan y complementan en la perfección la albura de la tienda. Son también los tonos de la última colección que María diseñó para la marca que tenía en común con una amiga, Muda. Siendo que muchas de las cosas de la marca se pueden encontrar también aquí, en este rinconcito de Borne. En esta tienda de amigos; donde uno puede venir y, aunque no conozca a la propietaria, será recibido como si hubiera entrado en casa de María Roch.

6 comentarios:

  1. ERES UN ENCANTO...ME HA EMOCIONADO! TE QUIERO!

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  2. Que bonita se ve la tienda!!! buena idea la de poner los pasteles a la entrada... :P Felicidades ;)

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  3. way mafie!!!!!!!!!!!es todo un detalle!xD....CRIS

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  4. Gran descobriment Mafi! ;) Anirem a veure que amaga ROOM_

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  5. mariiaaa ke guaaaaayy!!!!!mencantaa!!!

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  6. Que espaço tão bonito, tem magia e encanto. Gostava de ter um espaço assim na minha cidade. Muitas parabéns e felicidades para a dona.
    Teresa Caldas

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