Es increíble la cantidad de sitios donde la moda puede ir a buscar inspiración y lo contrario también lo es. Hace una semana leí en el periódico una noticia que me llamó mucho la atención, no apenas por la historia de vida que contaba en pocas líneas pero también por la foto que la ilustraba.
José Manuel Íñiguez es natural de Valencia pero a los 18 años juntó el dinero que tenía ahorrado y se fue a estudiar a Japón. Pasados 11 años cursando la carrera de desarrollador y viviendo allí ha vuelto a su ciudad natal, donde en el 2009 abrió su empresa de creación de videojuegos. Este año Akaoni Studio saltó de Valencia para las páginas de los periódicos de todo el mundo por haber creado Zombie Panic in Wonderland, el videojuego del momento. Un casete para la Wii que fue campeón de ventas en la tienda online de Nitiendo en Japón, la WiiWare. Estaréis pensando vosotras: ¿y todo esto qué tiene que ver con moda?
En la foto que ilustraba la noticia se podía ver una versión anime de Alicia en el País de las Maravillas, vestida con un vestido azul palabra de honor con una pequeña falda tutu. Esta Alicia, que en la imagen a pesar de su ultra feminidad empeñaba a una pesada ametralladora, es una de las heroínas de Zombie Panic in Wonderland y la pieza que completa este puzzle.
Su estética que oscila entre la inocencia de las protagonistas de cuento de hadas, la fuerza de las guerreras de videojuegos y la sensualidad de las muñecas mangas despertó mi curiosidad y desveló un mundo donde también se respira moda.
Las compañeras de aventuras de Alicia en Wonderland son Caperucita, Blancanieves, entre otras heroínas. Todas están impecablemente vestidas. Muy modernas, muy cómodas, o no tuvieron ellas que saltar, correr, luchar por sus vidas. Dorothy del Mago de Oz (en la foto) lleva unos zapatos de tacón bajito con una flor delante que recuerdan a los modelos que se vieron este año en la pasarela de Valentino, Moschino y John Galliano. Una liga con una flor que hace nuestra mente saltar en el tiempo para el desfile de Chanel, donde las modellos llevaban ligas y cadenas tatuadas en las piernas. Y unas trenzas, como todas las demás mujeres en este año. Blancanieves lleva unas botas por encima de las rodillas, como las que se pusieron de moda en el último invierno. Una otra guerrera lleva unas orejitas de conejo que nos traen a la memoria el accesorio que Marc Jacobs eligió para sus modelos llevaren en la cabeza en el desfile de la colección otoño/invierno 2009 de la marca Louis Vuitton.
La relación con los personajes que inspiraron cada una de las muñecas de este videojuego es muy sutil. Al contrario, el guiño al mundo de la moda está en todas partes.
En los últimos años la industria de los videojuegos ha mejorado mucho sus gráficos y posibilidades de acción. Con ello, también se ha aproximado de otras áreas de interés. La belleza y la estética son de sombras conocidas aliadas de este tipo de juegos. Hacen con que sean más apreciados tanto por chicas como por los chicos. Tomb Raider y su heroína Lara Croft son apenas uno de los ejemplos de un personaje virtual que junta fuerza, sensualidad y estilo. Sin embargo, nunca antes me he dado cuenta de un videojuego cuyo diseñador haya pensado tan detenidamente en los atuendos de sus personajes. En Zombie Panic in Wonderland los detalles son de conocedor.
Es bueno saber que de alguna manera los niños y niñas que se pasan el día de consola entre las manos tienen algo que les aproxima un poco del mundo a su alredor y les ayuda a perfeccionar su buen gusto y sentido estético.
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