lunes, 1 de marzo de 2010

entre zapatos y acordes

En los últimos tiempos siempre que veo publicidades de Mango me acuerdo de Dolce & Gabbana. Sin que haya mucho termino de comparación entre una y otra, quizás pasa esto porque últimamente ambas marcas no hacen más que incluir a famosas en sus campañas. Ambas han sustituido a las modelos por las actrices modelos o cantantes modelos.

Está claro que las actrices y cantantes, dada su falta de técnica, son ideales para posar de forma relajada o para recrear escenas que podían ser sacada del cuotidiano. Y esto contribuye para humanizar quién posa con la prenda de la marca en cuestión y para acercar el producto del consumidor.

También es más común uno interesarse por la vida de una actriz o de una catante, y por eso, interesarse por lo que viste en la vida real o por las campañas a las cuales da la cara (y el cuerpo) que interesarse por la vida de una modelo. Todos sabemos que aparecer hoy con la ropa de una marca y mañana con la de otra es parte del trabajo de las modelos, pero muchos seguimos creyendo que el hecho de que determinada actriz o cantante aparezca en las revista vistiendo una marca u otra significa que ella compra o se pone dicha marca. Bueno, esto termina siendo verdad, porque aparte de los cachés millonarios que pueden llegar a cobrar muchas veces les dan también ropa.

Los últimos ejemplos de este tipo de campañas son el catálogo de Mango para esta primavera/verano que, a parte de estar llenos de fotos de Scarlett Johansson en poses muy poco cómodas o normales, dedica unas cuantas páginas a la cantante Sophie Auster.

Sophie es hija del escritor norteamericano Paul Auster, un hombre con un sentido de humor único que “pinta” su país y sus gentes con la ayuda de las metáforas más improbables. Pero Sophie más que hija de… es también una cantante altamente prometedora. Con apenas un disco editado, con el mismo nombre que ella, ya es conocida entre los apreciadores del estilo Indie. Y junto de los estilistas internacionales. Sophie es presencia asidua en la semana de la moda de Nueva York y detentora de un estilo de vestir muy propio. Ha sido una muy buena jugada por parte de Isak Andic incluirla en su catálogo y, considerando que le ha tocado presentar las ropas menos comerciales, todo un acierto que seguramente ayudará el propietario de la cadena a vender la parte más alternativa de su colección.

Al contrario de Mango que con Sophie apuesta en la belleza sencilla y diferente, D&G en su última campaña se decantó por la estridencia de la sensualidad invitando a Madonna para musa de sus publicidades.

La colaboración entre la cantante y los dos diseñadores no es cosa nueva y aunque esta vez las fotos sean menos artísticas que en la colección pasada son, sin embargo, más interesantes; cuanto más no sea por el hecho de que Madonna aparece en algunas como una ama de casa más, fregando la vajilla, comiendo un plato de pasta o preparando la comida.

Pero esta no es la única manera de traer a los músicos para el seno de la moda, y con eso ganarse alguna publicidad gratuita.

El malogrado Alexander McQueen no hesitó en vestir a Lady Gaga en su último video, Bad Romance, y a esta tampoco le costó nada ponerse los zapatos del diseñador que hasta modelos profesionales se recusaron a calzar (en este caso la publicidad gratuita funciona en los dos sentido, y más aún después de la muerte de Alexander, una coincidencia infeliz que le habrá rendido a la cantante unos cuantos dólares más por las muchas veces que su video y su imagen salió en la tele a propósito del suceso).

También en varios desfiles de la pasada semana de la moda de París, los cantantes y músicos han incluso subido a las pasarelas, pero no para desfilar, sino para cantar. Lily Allen ha sido una de ellas, trayendo con su actuación un poco (más) de excentricidad para el desfile de Chanel.

En la Cibeles Madrid Fashion Week, Michael Nyman ha ayudado a crear la atmosfera perfecta para el desfile de Adolfo Domínguez. Con su piano puesto en cima de la pasarela, el músico ha dado el tono para el desfile.

Y también hay los músicos que invitan a las modelos para sus videos, como George Michael en el inolvidable Too Funky, un marco de los años 90 y de las modelos de la época.

Moda y Música son dos amantes eternos, pero no nos dejemos engañar, nada de esto son homenajes gratuitos o colaboraciones meramente intuitivas. Ambos implicados benefician. Sin embargo, el publico también agradece, por tener nuevas oportunidades de ver a sus ídolos sin que sea apenas en sus conciertos.


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