No muchas áreas permiten que se siga vivo después de muerto y, aunque en el caso de los médicos, de los profesores, de los funcionarios públicos y de los demás profesionales en general su legado permanezca, son los artistas quienes viven eternamente. Y de estos los diseñadores pueden incluso “decir” que siguen produciendo. No ellos directamente, pero las griffes con sus nombres. La reciente muerte de Alexander McQueen es un ejemplo de ello.
No sólo su colección para el próximo Otoño/Invierno se presentará (sin él) en París en los días 9 y 10 de este mes, eso sí, en un espectáculo más modesto e intimista de lo que ocurriría si no fuera la reciente muerte del diseñador, como la marca Alexander McQueen seguirá viva.
No es difícil entender este desfile póstumo. La colección ya estaba muy adelantada en el día 11 de febrero, cuando el creador fue encontrado muerto, y a apenas un mes de ser presentada en París. Su equipo ha sido fácilmente capaz de ejecutar los últimos detalles y montar el espectáculo. Pero la noticia del seguimiento de la marca, ya confirmada por el grupo Gucci, que garantizó dar todo el apoyo logístico para que esta siga viviendo por si sola, sin el apoyo o la creatividad de su fundador, ya levanta más dudas.
Mirando la historia de la moda, no es muy común que una marca tan joven se quede sin su “padre”. Pasó con Christian Dior, que se murió tan solo 10 años después de haber empezado su carrera a solo, pero no pasó con nadie más. Chanel ya estaba consolidada cuando Coco la dejó. Yves Saint Laurent. Gianfranco Ferré. Versace. Todos ellos habían tenido más tiempo de imprimir su marca en las griffes que crearon. Y sus griffes habían también impreso ya una marca más fuerte en el mundo y el la industria. No apenas la marca Alexander McQueen es muy joven, como es todavía desconocida para mucha gente. ¿No será una decisión precipitada dar continuidad a su legado?, se preguntan muchos.
El grupo Gucci no está de acuerdo, ¡claro! Para ellos lo más precipitado sería tirar por la ventana todo el trabajo hecho y todo lo conseguido, entre ello las tiendas abiertas en los últimos años. La cuentas del grupo, uno de los más grandes en el sector de la moda de lujo, enseñan que la marca de Alexander no ha dado los frutos económicos que se pretendía, aún.
Seguramente este año su colección de Otoño/Invierno (en la foto) será vendida a precios totalmente inflacionados por el trágico suceso de la muerte de su creador y el grupo Gucci conseguirá finalmente los tan esperados ingresos. Pero pasado 2010 y vendidas las prendas que quedan en el atelier y que han sido idealizadas y concebidas por el propio Alexandre, ¿tendrá la marca capacidad de sostenerse? ¿Comprarán los seguidores de Alexander McQueen prendas Alexander McQueen diseñadas por otra persona?
Es la eterna discusión que nos lleva a reflexionar sobre qué pagamos realmente: la espectacularidad de la prenda, la creatividad por detrás de la escoja de las telas, la singularidad de un hombre por detrás de los acabados de cada una, por detrás de la organización de su espectáculo de presentación, o un nombre, apenas una marca.
Por ahora Gucci dice que seguirá apoyando y comercializando la marca del malogrado diseñador, aunque no haya decidido quién pondrá al comando (si el equipo de diseñadores que ya trabajaba ahí, el brazo derecho de Alexander o un nuevo diseñador), pero veamos que pasará el próximo año… Si la moda de Alexander McQueen vive más allá de su muerte.
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